La interfaz



Como un cadáver
que aún no sabe
que ya ha pasado
al otro lado,
transito penosamente
de esquina a esquina,
de aliento a aliento,
persiguiendo inconsciente
cada indicio que me trae
el leve aroma de otros seres
inestables e ingrávidos,
que se imaginan
que aún
no han pasado
al otro lado.

Y desde este lado
donde ya nada es,
nada es,
nada,
cuando advierto
que ya no puedo tocar,
lo que se quedó atrás,
todavía estiro las manos,
por si la interfaz
se curva, o se pliega,
o se abre un segundo
y me deja pasar,
aunque sea un instante,
de nuevo, a tu lado.


© Lorenzo Salas

2 comentarios: