Cuando tenga que dejarte

Cuando tenga que dejarte recuerda que no será porque yo quiera, sino que me llevará el viento a otros parajes, lejos de la estela dulce de tu cuerpo. Allí no habrá besos ni te quiero, ni sentirá mi alma el peso leve de tu ausencia, ni tendré que esperar a que te hiera el anhelo impaciente de tu sexo. Allí no habrá miedo, ni ansia, ni requiebro. No habrá nada, ni tú siquiera, ni tiempo, ni deseo. Sólo habrá silencio, y un no estar lento, no pensar, no sufrir, no llorar. El paisaje, ni desierto ni pradera; el aire, ingrávido; la losa, ahí arriba, inmóvil, y al otro lado, algún sollozo lejano y el olor de una rosa roja y otra blanca, que nunca sabré si me imagino o son el único vestigio de la vida que aún me queda. © Lorenzo Salas